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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

domingo, 30 de agosto de 2015

Generales de EE UU saquearon un tren cargado con oro

Ahora los  medios de manipulación están eufóricos con su nuevo super-cuento del supuesto tren de oro enterrado hace mas de 70 años y que ahora misteriosamente "dicen" han descubierto...pero ningún medio es capaz de aportar datos, eso si solo suposiciones y sospechas, ¿será quizás que están escondiendo esto? esto no es obra de ningún malvado revisionista intentando limpiar la imagen de los malvados "nazis", es un articulo del panfleto judio, The New York Times.

En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, con los rusos pisándole los talones desde el este, los alemanes, en franca huida, ordenaron trasladar desde Hungría hacia la neutral Suiza un tren repleto de oro, plata, joyas, tapices y cuadros robados a los judíos de la aristocracia húngara. 

El botín finalmente fue saqueado por las tropas norteamericanas.El tren partió de Budapest el 15 de diciembre de 1944 a través de una Europa envuelta en llamas. En marzo, la locomotora sólo había podido avanzar no más de 160 kilómetros y, con dificultad, había logrado sortear por lo menos diez intentos de asalto de disidentes de la SS.Finalmente, las tropas norteamericanas de la Tercera División de Infantería interceptaron el tren en mayo de 1945, oculto en el túnel de Tauren (Austria), unos 100 kilómetros al sur de Salzburgo.Alli comenzó todo un juego de trampas y mentiras de parte de los oficiales custodios. 

Y una buena parte del contenido del tren fue rapiñado. La historia del Tren del Oro permaneció por décadas entre los velos de la leyenda. Pero ayer, una investigación de la comisión consultora sobre las riquezas del Holocausto, nombrada por Bill Clinton, le puso el sello de verídico y acusó a las tropas de EE.UU. de haberse repartido el botín.

He aquí un ejemplo flagrante de cómo Estados Unidos faltó a su política de restitución de las propiedades de las víctimas del Holocausto, sentenció Stuart Eizenstat, vice secretario del Departamento del Tesoro de EE.UU., y uno de los representantes de la comisión. De acuerdo al informe de la comisión, elaborado a partir de documentos desclasificados de los Archivos Nacionales, gran parte de la preciosa carga del tren fue robada por unos cinco generales nortemericanos. 

Otra parte fue saqueada por las tropas. Lo que no robaron fue subastado en Nueva York. Es la primera vez que Estados Unidos aparece acusado por aprovecharse del saqueo a las víctimas del Holocausto. Durante la Guerra los nazis robaron a los judíos una fortuna en oro y otros valores, que cobró el nombre de oro nazi. El Tren del Oro no fue más que uno de varios trenes que los alemanes cargaron con ese botín. Sólo con las alianzas de casamiento quitadas a los prisioneros se llenaros varios vagones. 

Cuando las tropas de la Tercera División dieron con el tren en Austria, las fuerzas francesas robaron dos vagones cargados de oro, piedras preciosas y relojes. El resto de los 24 vagones fueron descargados recién en julio de 1945.La carga valuada entonces en 206 millones de dólares de la época fue almacenada en un depósito cerca de Salzburgo. A los reclamos de Hungría y de los sobrevivientes judíos húngaros, los militares de EE.UU. no permitieron que los húngaros inspeccionaran el depósito. E ignoraron documentos con los nombres de los dueños de los bienes que estaban en el tren. 

Así, mientras se resolvía el destino del botín, los norteamericanos decidieron echar mano. Según el informe de la comisión, relojes, joyas y pieles fueron apropiadas por los militares estadounidenses y luego vendida a los soldados. Dos valijas llenas de oro en polvo desaparecieron. Existió el caso de los altos mandos, como el del comandante de la 42 División de Infantería, el excéntrico general Harry Collins, que ordenó se le entregue la porcelana y la plata en el depósito, aclarando que se buscara sólo lo mejor de lo mejor en la calidad de las artesanías.

Collins, casado con una austríaca, se apoderó de lo que quiso: alfombras turcas, jarrones chinos, cristales de Bohemia, candelabros, pinturas, platería y un juego de porcelana. Con los bienes el general equipó un vagón de tren con el que recorrió Austria con su mujer.Otros 4 generales siguieron el ejemplo. Los documentos citan los apellidos: Luade, Hume, Howard y Linden.Generalmente se dice que los soldados de EE.UU. tomaron souvenires y que los del Ejército Rojo saquearon, opinó Günter Bischoff, un estudioso de la guerra. Pero los estadounidenses que entraron en Austria consideraron a ese país como territorio ocupado... Ellos también saquearon, dijo.

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