"Había algunos aspectos del Tercer Reich que parecían bien en ese entonces; por ejemplo, el programa público de trabajos, el estímulo de las artes, la música y las ciencias; la construcción de caminos y comunicaciones, y las oportunidades culturales tales como viajes al extranjero para la gente menos privilegiada, a costa del gobierno"
General Albert C. Wedemeyer
El Nacionalsocialismo alemán, al que los talmudistas, los comunistas y nuestros medios de comunicación siguen presentando como el mismo epitome del mal concentrado, ¡tenía en realidad algún bien en ello! No puedo sino añadir aquí que el Tercer Reich también suprimió la mayor vergüenza estadounidense, sueca, danesa y de la Alemania Occidental contemporánea, y la de la República de Weimar: ¡la pornografía! Tampoco toleró los efectos de la pornografía: ¡la prostitución, la perversión y la sodomía! Desaprobó el divorcio y estimuló la fidelidad matrimonial. Y cualquier otra cosa que el HOMBRE pudiera haber sido, él no fue un adúltero como Roosevelt, quien en dos oportunidades le fue infiel a su esposa, ¡con dos de sus secretarias! Ni fue tampoco como Wilson, cuyo adulterio hizo que los judíos lo chantajearan ¡con el nombramiento de Brandeis a la Corte Suprema y con hacer entrar a Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial!.
Comprendemos desde un principio que la Alemania Nacionalsocialista antes de la guerra ciertamente no tuvo nada como el Muro de Berlín para impedir salir a sus ciudadanos, ni una armazón de alambre de púas,ninguna Cortina de Hierro alrededor de su frontera, en el medio de Europa, todas las horribles barbaries que caracterizan a nuestros Amigos de préstamo y arriendo, los comunistas. También recordamos que hasta 1939 la gente podía ir y venir desde Alemania.
Sobre todo, los judíos podían dejar Alemania a voluntad con sus pertenencias ¡y sin pagar ningún impuesto personal! Por contraste, la Rusia soviética, a la cual los medios de comunicación siguen presentando como una especie de Utopía comparada con la Alemania Nacionalsocialista, no deja que los judíos ni ningún otro grupo étnico, ni siquiera a los alemanes restantes del Oder-Neisse se trasladen como les plazca. ¡Y ellos cobran enormes impuestos personales a los judíos que realmente dejan salir! En realidad, Hitler les permitió, e incluso los animó a, emigrar, ¡precisamente aquello de lo que los judíos amargamente se quejan y que la Rusia soviética les niega! Y sin embargo, esos mismos judíos siguen llamando al Nacionalsocialismo intrínsecamente malvado, pero al comunismo, salvo por unos pocos inconvenientes, ¡relativamente bueno! En resumen, el Tercer Reich era una sociedad relativamente abierta y expuesta, mientras que la Rusia soviética y sus satélites están llenos de alambre de púas como enormes campos de concentración!.
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