Prisioneros Judíos Estaban Imposibilitados para Trabajar

Varios miles de documentos secretos alemanes del tiempo de la guerra relacionados con Auschwitz fueron confiscados al término de la misma por los Aliados. Pero ni uno sólo de éstos refiere una política o programa de exterminio. De hecho, el relato consabido sobre la exterminación en Auschwitz no puede ser confrontada con la evidencia documental auténtica.

Frecuentemente se afirma que todos los judíos en Auschwitz imposibilitados para el trabajo eran asesinados inmediatamente. Judíos que eran muy viejos, muy jóvenes, enfermos o débiles supuestamente eran gaseados desde el momento en que llegaban, y sólo aquellos que podían trabajar “hasta morir” eran temporalmente mantenidos con vida.

Pero la evidencia muestra otra versión. De hecho, un alto porcentaje de los prisioneros judíos no eran aptos para el trabajo y, a pesar de esto, no fueron asesinados. Por ejemplo, un mensaje alemán por teletipo con fecha 4 de septiembre de 1943, del jefe de Asignación de Trabajo, departamento de la Oficina Principal de Economía y Administración de las SS, reportó que de 25.000 judíos en Auschwitz, sólo 3581 eran aptos para el trabajo y que los prisioneros judíos restantes, aproximadamente 21.500 o 86%, no eran aptos para el trabajo.

Esto también se confirma en un reporte secreto con fecha 5 de abril de 1944 sobre medidas de seguridad en Auschwitz  por Oswald Pohl, director de las SS del sistema del campo de concentración, al jefe de las SS Heinrich Himmler. Pohl reportó que de un total de 67.000 prisioneros en todo el campo de Auschwitz, 18.000 estaban hospitalizados o incapacitados. En el campo de Auschwitz II Birkenau, donde supuestamente estaba el centro principal del exterminio, habían 36.000 prisioneros, la mayoría eran mujeres, de los cuales aproximadamente 15.000 no eran aptos para el trabajo.

Estos dos documentos no pueden ser cotejados con el relato consabido de la exterminación en Auschwitz.

La evidencia auténtica muestra que Auschwitz-Birkenau fue establecido con el fin principal de contener a los prisioneros judíos que no eran aptos para el trabajo, incluyendo a los enfermos y los ancianos, así como para aquellos quienes permanecían de forma temporal esperando su traslado a otros campos. Esta es la consideración del Dr. Arthur Butz de la Universidad del Noroeste, quien también dice que ésta fue una de las razones principales de la inusitada alta tasa de mortandad.

El especialista Arno Mayer, profesor de historia en la Universidad de Princeton, acepta en su libro de 1988, que trata sobre la solución final, que la mayoría de los judíos perecieron en Auschwitz como resultado del tifus y de otras causas naturales y no por ejecuciones.