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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

viernes, 8 de abril de 2016

Hitler acerca de los Judíos: Enemigos Mortales, No "Sub-Humanos"



Hitler evidentemente no consideraba a los judíos como "sub-humanos" en nada como el sentido en que él puede haber considerado así a los gitanos o los elementos inferiores de las naciones europeas, en particular los eslavos, y sus razones para perseguirlos eran completamente diferentes. Hitler no abogó por la eliminación de la judería por razones eugenésicas sino de defensa propia europea contra una corruptora y cruel dominación extranjera.

El uso de Hitler del término destaca una afirmación engañosa, si es que no completamente falsa, de la narrativa anti-nazi: que Hitler y los nacionalsocialistas se referían a poblaciones poco dotadas juntamente con los judíos bajo el calificativo de "sub-humanos". De hecho, Hitler había estado durante mucho tiempo extraordinariamente impresionado por la destreza tribal de los judíos. Como él relata en un pasaje enormemente ignorado de Mein Kampfacerca de su prolongada "profunda ansiedad" al convertirse al anti-semitismo:

«A medida que examinaba críticamente las actividades del pueblo judío a través de largos períodos de la Historia llegué a estar ansioso y me pregunté si por algún inescrutable motivo más allá de la comprensión de los pobres mortales como nosotros, el Destino no podría haber decretado irrevocablemente que la victoria final debiese ser para esa pequeña nación. ¿Podría ser que a ese pueblo que ha vivido sólo para la Tierra se le haya prometido la Tierra como recompensa?. ¿Es nuestro derecho luchar por nuestra propia auto-conservación basados en la realidad, o eso es una cosa simplemente subjetiva? El destino contestó la pregunta para mí en la medida en que me condujo a hacer una investigación desapasionada y exhaustiva de la enseñanza marxista y de las actividades del pueblo judío en relación a ella» 
Adolf Hitler, Mein Kampf, p. 59.

Es interesante pensar acerca de por qué la narrativa predominante enfatiza la engañosa idea de que el anti-semitismo nacionalsocialista consideraba a los judíos como "sub-humanos", a diferencia de ser los pérfidos y talentosos líderes de los infrahombres. 

El efecto de agrupar inexactamente a judíos y no-judíos que sufrieron bajo el gobierno nacionalsocialista como "sub-humanos" es crear la solidaridad entre ambos grupos, y disminuír el atractivo internacional del anti-judaísmo nacionalsocialista. No es ningún secreto que los polacos y los rusos estaban también entre los pueblos más anti-judíos en el mundo entonces, teniendo una larga lista de agravios contra los judíos, los cuales tras siglos de prácticas comerciales misantrópicas asumieron un papel principal en la tiranía comunista y el asesinato de masas.


Si la historiografía predominante llegara a reconocer que el anti-judaísmo de Hitler estaba basado no en una preocupación por los defectuosos "sub-humanos" sino por el poder y privilegio de los judíos, esto bien podría llevar a la gente a pensar en el privilegio judío en el mundo hoy, más chillonamente visible en Estados Unidos y Francia. En efecto, esto destacaría las posibilidades de las alianzas multirraciales de aquellos que se consideran a sí mismos víctimas del poder judío, sobre todo europeos.

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No puedo dejar de notar la similitud entre la evaluación de Hitler de los judíos y el comunismo, y la de Winston Churchill, como está descrita en su famoso artículo de periódico de 1920 "Bolchevismo versus Sionismo":

«A algunas personas les gustan los judíos y a otras no; pero ningún hombre juicioso puede dudar del hecho de que ellos son sin duda alguna la más formidable y la más notable raza que haya aparecido alguna vez en el mundo. En violenta oposición con toda esta esfera del esfuerzo judío se alzan los proyectos de los Judíos Internacionales. Los adherentes de esta confederación siniestra son sobre todo hombres criados entre las infelices poblaciones de los países donde los judíos son perseguidos debido a su raza. Este movimiento entre los judíos no es nuevo. Desde los días de Spartacus-Weishaupt y los de Karl Marx, hasta los de Trotsky (Rusia), Bela Kun (Hungría), Rosa Luxemburgo (Alemania) y Emma Goldman (Estados Unidos), esta conspiración mundial para el derrocamiento de la civilización y para la reconstitución de la sociedad sobre la base del desarrollo detenido, de la envidiosa malevolencia y de una igualdad imposible, ha estado creciendo constantemente. Ella jugó, como una escritora moderna, la señora Webster, lo ha mostrado tan hábilmente, una parte definitivamente reconocible en la tragedia de la Revolución francesa. Ha sido la fuente principal de cada movimiento subversivo durante el siglo XIX; y ahora finalmente esta pandilla de personalidades extraordinarias del submundo de las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos ha agarrado al pueblo ruso por sus cabellos y se han convertido así prácticamente en los amos indiscutibles de aquel enorme Imperio».


Uno tiene la clara impresión de que Hitler y Churchill estaban en un acuerdo básico con respecto a la degeneración racial, el comunismo y los judíos, pero que ambos simplemente se diferenciaron en los bandos que ellos decidieron apoyar. Esto, a propósito, tiene enormes implicaciones para la ética de Churchill, dado que él afirmó luchar para que "el Imperio británico y su Commonwealth duraran mil años". Eso es correcto: ¡Churchill luchó por un Reich de mil años!) y para¡"mantener a Inglaterra Blanca"!. Churchill fue monumentalmente insincero o increíblemente miope al hacer un pacto fáustico con fuerzas en Estados Unidos y Rusia que inevitablemente trabajarían para destruír el Imperio y la raza que él afirmaba querer tanto.

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