Para su completa consternación, Leuchter descubrió una red de engaño y subversión que estaba orientada a destruír permanentemente su vida y su carrera. Los métodos usados por los detractores de Leuchter eran quíntuples:
1— Amenazas políticas a los funcionarios de prisiones con quienes Leuchter tenía negocios.
2— Difamación por contactos privados y en la televisión y los periódicos.
3— Trabajo entre bastidores para impulsar una legislación para impedir que Leuchter practicara su profesión.
4— Incitación para procesar a Leuchter por intentar practicar su profesión.
5— Diseminación de maliciosos chismes, difamaciones y asesinato de la reputación, tanto abiertamente como en privado.
En algún momento a finales de 1988 las organizaciones judías comenzaron a ponerse en contacto con funcionarios de prisiones y otros funcionarios del Departamento de Correccionales en Estados donde la pena de muerte todavía era ordenada por la ley. Su objetivo era sacar a Leuchter del negocio y desprestigiar su reputación. Amenazas veladas de naturaleza política fueron hechas a funcionarios de prisiones si ellos imprudentemente optaban por firmar un contrato comercial con Leuchter en el futuro.
Leuchter describió esos bien orquestados intentos de destruírlo como sigue:
Leuchter intentó llevar a cabo sus negocios como de costumbre, pero notó una definitiva disminución en nuevos contratos. En 1990 Leuchter fue contactado por un escritor que trabajaba para la revista Atlantic. El reportero le pidió a Leuchter información con respecto al equipamiento para ejecuciones en Estados Unidos y solicitó esfuerzos de Leuchter para hacer que las ejecuciones fueran más humanas sustituyendo el equipo anticuado por equipo moderno. Ninguna mención fue hecha en el momento del proceso de Zündel o en el momento del Informe Leuchter, pero poco después de que el artículo fuera publicado, comenzaron a surgir furiosas quejas, principalmente de la comunidad judía.
Leuchter describió esos bien orquestados intentos de destruírlo como sigue:
He sido vilipendiado tanto en privado como en público en todas las formas en los medios de comunicación. Mis clientes han sido embaucados y amenazados para que no hagan tratos conmigo. Oficiales de policía de alto nivel, actuando por motivos personales, han mentido sobre mí y han impedido a los clientes tratar conmigo. Mi persona y reputación han sido profanadas por mentiras e insinuaciones. Mi familia y yo hemos sido repetidamente amenazados.
Detrás de esta campaña para castigarme y suprimir la verdad acerca de las cámaras de gas, han estado diversas organizaciones judías, que han jurado públicamente hacerme callar destruyendo mi capacidad de ganarme la vida.
Fui acusado de ejercer como ingeniero sin tener una licencia. De hecho, no se requiere una licencia en Massachusetts, o en ningún otro Estado, a menos que el ingeniero esté implicado en la construcción de edificios, y acredite el cumplimiento de las especificaciones. Hay también una exención estatutaria para ingenieros que no tratan con el público general... Debido a la exitosa conspiración de esos grupos judíos, estoy completamente fuera del negocio, incapaz de encontrar trabajo para alimentar a mi familia. A pesar de todo, sin embargo, estoy todavía aquí, y todavía estoy diciendo la verdad. Además, tengo la intención de seguir diciendo la verdad. Si la comunidad judía organizada quiere frenarme, tendrá que esforzarse mucho más duro.
A consecuencia de ese artículo, a Leuchter se le pidió aparecer en el horario estelar en directo en ABC News. En el momento de la entrevista, Leuchter fue informado por el personal de ABC News que los funcionarios de prisiones en los lugares donde la entrevista había sido grabada habían sido contactados y amenazados con consecuencias políticas si se permitía que la entrevista siguiera.
Dentro de poco a partir de entonces, ABC News recibió amenazas similares, pero para su crédito, ellos rechazaron echarse atrás, e incluso fueron tan lejos como a informar a Leuchter que esos grupos estaban determinados a interferir con su modo de vida como ingeniero.
Dentro de poco a partir de entonces, ABC News recibió amenazas similares, pero para su crédito, ellos rechazaron echarse atrás, e incluso fueron tan lejos como a informar a Leuchter que esos grupos estaban determinados a interferir con su modo de vida como ingeniero.
La campaña de difamación tuvo su efecto cuando crecientes cantidades de funcionarios de prisiones rechazaron hacer negocios con Leuchter. Los funcionarios de prisiones ya no contestaban sus llamadas telefónicas, y los viejos amigos se hicieron inquietantemente silenciosos cada vez que se planteaba el asunto de llevar a cabo negocios anteriores como de costumbre.
Cuando Leuchter intentó hablar en reuniones públicas en Alemania y Gran Bretaña, él fue detenido y arrestado. Mantenido bajo "detención investigativa" en Alemania durante varias semanas, él y su esposa también fueron acosados y detenidos en Gran Bretaña, en un intento de privarlo de su derecho a expresar su opinión con relación a las cámaras de gas homicidas en Auschwitz y Birkenau.
Incapaz de aguantar la humillación pública y la mala fama por más tiempo, la esposa de Leuchter, Carolyn, deprimida y enferma, posteriormente solicitó el divorcio y lo abandonó.
Incapaz de aguantar la humillación pública y la mala fama por más tiempo, la esposa de Leuchter, Carolyn, deprimida y enferma, posteriormente solicitó el divorcio y lo abandonó.
Para consternación completa de Leuchter, él descubrió que había sido introducida una legislación que estaba expresamente diseñada para sacarlo a él del negocio para siempre en el Estado de Massachusetts. El individuo primario responsable de la legislación, Eric Redock, apareció en televisión como un representante de Amnistía Internacional, y usó la ocasión para lanzar un ataque sobre Fred Leuchter, admitiendo que era su intención, así como la de aquellos a quienes él representaba, sacar a Fred Leuchter del negocio.
El acontecimiento más engañoso relacionado con este sórdido asunto, Leuchter fue invitado a aparecer en el Canal 2 de Boston, aparentemente para "hablar del inadecuado equipamiento de ejecuciones en uso a través de Estados Unidos". Completamente engatusado, Leuchter consintió en aparecer en el programa, habiendo sido llevado a creer que la petición era legítima e inofensiva, sólo para ser encarado en el aire en el último momento con Shelly Shapiro y Beate Klarsfeld, quienes procedieron a difamar al señor Leuchter como un "nazi". A Leuchter no se le dio ninguna oportunidad para contestar a sus detractores.
Poco después de ese episodio televisado, Leuchter fue contactado por el Consejo de Ingeniería del Estado de Massachusetts después de una queja formal entablada por la organización Sobrevivientes del Holocausto y Amigos en Búsqueda de Justicia, de Shelly Shapiro. Los detalles de la queja le fueron ocultados a Leuchter hasta que el asunto fue resuelto en el tribunal, pero el Consejo añadió siniestramente que Leuchter tendría que dejar de practicar su profesión en el Estado de Massachusetts o enfrentar acusaciones por criminalidad.
Leuchter apareció en el tribunal e intentó que la queja fuese desestimada como prosecución maliciosa, pero cuando el actuario recibió el comentario de que la queja había sido presentada por la organización Sobrevivientes del Holocausto y Amigos de la Justicia, el asunto fue entregado a un juez. Finalmente, Leuchter fue legalmente proscrito de practicar nunca más su profesión en el Estado de Massachusetts, donde él reside.
Mientras tanto, Leuchter siguió sufriendo una pérdida devastadora de negocios a través de todo Estados Unidos, ya que los contratos fueron cancelados bajo diversos pretextos.
Poco después de ese episodio televisado, Leuchter fue contactado por el Consejo de Ingeniería del Estado de Massachusetts después de una queja formal entablada por la organización Sobrevivientes del Holocausto y Amigos en Búsqueda de Justicia, de Shelly Shapiro. Los detalles de la queja le fueron ocultados a Leuchter hasta que el asunto fue resuelto en el tribunal, pero el Consejo añadió siniestramente que Leuchter tendría que dejar de practicar su profesión en el Estado de Massachusetts o enfrentar acusaciones por criminalidad.
Leuchter apareció en el tribunal e intentó que la queja fuese desestimada como prosecución maliciosa, pero cuando el actuario recibió el comentario de que la queja había sido presentada por la organización Sobrevivientes del Holocausto y Amigos de la Justicia, el asunto fue entregado a un juez. Finalmente, Leuchter fue legalmente proscrito de practicar nunca más su profesión en el Estado de Massachusetts, donde él reside.
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