Berlín, 19 de abril de 1945
Joseph Goebbels
Ministro de Propaganda del III Reich.
LA PROFECIA DE JOSEPH GOEBBELS
Suceda lo que suceda, Alemania renacerá en pocos años después de esta guerra. Y no será sólo por nuestro esfuerzo. Alemania es tan imprescindible en Europa que hasta nuestros propios actuales enemigos tendrán que impulsar su reconstrucción. Nuestros campos y provincias destruidas serán poblados por nuevas ciudades y pueblos…volveremos a ser amigos de todos los pueblos de buena voluntad que habitan la tierra y junto con ellos haremos cicatrizar las serias heridas que deforman el noble rostro de nuestro continente.
Si nuestros enemigos imponen su voluntad, la humanidad naufragará en un mar de sangre y lágrimas. Habrá guerras y más guerras que se sucederán prácticamente sin interrupción. Sin duda serán más reducidas y más aisladas geopolíticamente que ésta guerra, porque ya nadie se atreverá tan irresponsablemente a provocar una hecatombe semejante a la actual. El honor en el campo de batalla será definitivamente suplantado por la fría y sistemática decisión de matar y destruir a cualquier precio.
Los hombres se matarán por poseer más, por tener cosas en mayor cantidad; incluso las superfluas y banales. Las plutocracias naufragarán en una desesperada carrera por dar cada vez más lujos a una humanidad corrompida por la molicie y al final terminarán no pudiendo dar ni de comer a una población cada vez mas numerosa. Habrá otra vez hambre y desocupados. Y vendrá el bolchevismo a ofrecer tentadoramente las mismas soluciones falsas que nos ofrecieron a nosotros durante ese monstruoso monumento al fracaso y a la ignominia que fuera la república de noviembre.
Y aquellos que querrán poner un remedio a este estado de cosas, no tendrán más remedio que volver la vista hacia lo que nosotros hicimos y hacia aquello por lo cual seguiremos peleando hasta el amargo final. Aquellos que quieran mejorar ese mundo decadente y corrupto, tendrán que comprender que plutocracia y bolchevismo no son los únicos caminos transitables para redimir a la Humanidad de la miseria y del fracaso. Porque hay un Tercer Camino que es el nuestro, que es el único y mejor, y que es aquel que Adlof Hitler nos señalara.
Vendrán hombres que aún sin mencionarnos, porque les estará prohibido o porque temerán hacerlo, intentarán transitar por ese camino nuestro. Y serán combatidos y traicionados al igual que nosotros lo fuimos. Pero al final venceremos, porque lo bueno y lo verdadero siempre triunfa sobre este mundo”.
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