Violadas por sus salvadores

Cómo los sobrevivientes de Auschwitz escaparon de una pesadilla sólo para hacer frente a otro calvario inimaginable, igual que los animales salvajes, que cazaban a las niñas por la noche.
Sin embargo, aunque reconocemos la liberación, también debemos hacer una pausa para considerar lo que pasó después.

Aunque algunos prisioneros realmente encontraron alegría después de haber sido liberados, para muchos era una historia muy diferente, una historia de abuso, violación, robo y terrible traición.
Stalin había decretado que no había prisioneros de guerra soviéticos en poder de los alemanes, sólo traidores a la patria.Nadie ha hecho nunca un estudio exhaustivo de la suerte de todos los sobrevivientes de Auschwitz  liberados por los rusos. 

La propaganda marxista restó importancia al sufrimiento de los Judios, los sobrevivientes que habían liberados fueron abandonados a encontrar su propio camino a casa, en la mente rusa, no había ninguna creencia de que las almas que habían liberado merecían especial simpatía.

Para los varios miles de prisioneros debilitados, que había en Auschwitz, los soldados del Ejército Rojo que liberaron el campo de el 27 de enero de 1945, fueron los primeros rostros amigos que habían visto desde hace años, sin duda, fue un momento de celebración. De hecho, de la liberación apenas se informó en la prensa soviética el 2 de febrero de 1945, había un pequeño informe en Pravda, pero apenas la cobertura que podría imaginar.

Miles de civiles caminaban para tratar de llegar a casa, otros para escapar del avance soviético brutal, los presos recién liberados de Auschwitz se unieron ese gran río de gente.

Dos de ellos eran Helena Citronova y su hermana mayor. Helena era una mujer bastante joven de unos 20 años; su hermana era diez años mayor que ella pero parecía casi lo suficientemente mayor como para ser su madre. Helena y su hermana caminaban tratando de llegar a casa a Checoslovaquia, a menudo, compartirían lo que pudieron encontrar con otras mujeres, también recién liberadas.

Pronto descubrieron que, en la oscuridad, los soldados del Ejército Rojo salian a buscar mujeres, borrachos totalmente borracho, eran animales salvajes, dice Helena.

Con el fin de tratar de escapar de las atenciones "cariñosas" de los soldados soviéticos, Helena solía esconderse, ayudada por su hermana mayor, intentaba hacerse ver como lo mas poco atractiva posible, como resultado, fueron las otras mujeres las que sufrierón la depravación roja.

Helena era muy consciente de lo que estaba sucediendo: Hubo casos donde fueron violadas hasta la muerte, ellos las estrangularon.

Tenía miedo de que violarían a mi hermana ya mí. Eran animales. No importa donde nos escondimos, encontraron nuestros escondites y violaron a algunas de mis amigas, ellos hicieron cosas horribles.