Yo fui criada durante el Tercer Reich. Junto con toda mi generación, recibí una educación de los más altos estándares éticos. Fuimos criados con amor y respeto hacia nuestro país y su gente. Se nos enseñó a estar orgullosos de su gran historia. Los héroes del pasado de Alemania representaban nuestros grandes ideales. Ellos nos incitaban a la honestidad y la responsabilidad en nuestras propias vidas. En mi opinión, la juventud de la Alemania de Adolf Hitler era la mejor de toda Europa y quizá del mundo entero.
Los mismos estándares éticos se aplicaban a la SS y la SA. Las tropas de asalto SA no eran hombres sofisticados. Ellos por lo general preferían usar sus puños antes que usar sus cabezas, pero actuaban según los ideales que les habían enseñado: honor, fidelidad, honestidad y lealtad a su gente y su país.
Ellos no eran en absoluto las bestias sádicas retratadas por supuestos historiadores.
Fue su fidelidad y valentía la que salvó a Alemania del caos y del comunismo. Es una completa estupidez describir a los hombres de la SA como asesinos sanguinarios, como generalmente se hace hoy. Aunque algunos hombres SA individuales puedan haber cometido actos de brutalidad, es absurdo culpar a la organización entera o al pueblo alemán entero y a su gobierno por tal comportamiento.
Los hombres SA individuales en efecto estuvieron implicados en el incidente de la Noche de los Cristales Rotos. Pero realmente participaron muchos menos que lo que se afirmado. De los 28 grupos SA que existían entonces en Alemania, la evidencia disponible identifica sólo a 3 como habiendo realmente recibido órdenes de unirse a las demostraciones anti-judías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario