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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

miércoles, 16 de marzo de 2016

La infame Liga Anti-Difamación..

Más de 50 años de lavado de cerebro han entrenado a la mayor parte de los occidentales para automáticamente enfurecerse e indignarse ante cualquier tentativa de transgredir aquellos tabúes. Por esto la ADL sólo tiene que etiquetar a alguien como un negador del "Holocausto" para asegurarse de que él sea tratado como un pedófilo condenado.


Con que poca sustancia la así llamada Liga Anti-Difamación se involucra en debates políticos e históricos importantes. Cualquiera que se haya molestado en estudiar sus escritos debe haber notado que proporciona muy pocos argumentos, si es que alguno, y más bien recurre a cortinas de humo y a ataques personales en el bajo vientre. Dicha Liga confía completamente en aduladores desvergonzados en política y en los medios informativos para que repitan sus slogans. Lamentablemente sólo muy pocas personas tienen el "coraje civil" para resistir a esas tonterías.


Es una técnica propagandística judía bien establecida usar su poder de los medios de comunicación para crear imágenes enemigas poderosas como Hitler, David Duke, los neo-nazis, el Klu-Klux Klan, etc., y luego asociar a quienquiera que ellos más odien con aquellas imágenes con el propósito de difamarlos.

No hace ninguna diferencia si los revisionistas del "Holocausto" tienen intereses personales con los judíos o no. Lo único que importa es si sus argumentos son coherentes o no. Por ejemplo, si los revisionistas del "Holocausto" plantean el argumento de que ellos encuentran difícil de creer que un millón de judíos fue gaseado por los gases de escape no tóxicos de un motor diesel de un tanque ruso capturado y que las víctimas fueron quemadas y sepultadas en trincheras, sin ningún rastro, en un área donde el agua subterránea está tan cerca como a medio metro debajo de la superficie, entonces es completamente irrelevante si este punto fue planteado por un canadiense aficionado a Hitler de ascendencia alemana o por un especialista israelí en tortura.

Descartar los argumentos de los revisionistas del "Holocausto" como "apariencia pseudo-académica", a pesar de sus sólidas credenciales académicas, no es sino una malévola difamación. ¿Dónde dice que usted debe tener un doctorado en Historia para tener el derecho de cuestionar las "verdades" históricas promovidas por nuestras familias criminales dirigentes? ¡Usted no tiene que ser una gallina para ser capaz de decir que un huevo está putrefacto! Este punto es particularmente importante en una situación donde cualquier historiador puede despedirse de su carrera académica si él contradice la narrativa judeo-bolchevique del "Holocausto" judío.

La ADL se refiere a los tres dogmas más sagrados de la religión secular del"Holocausto": 
(a) Un plan para matar a todos los judíos europeos, 
(b) El método único de cámaras de gas homicidas, 
(c) 6 millones de judíos muertos. 

Ésta es otra popular técnica de propaganda judía arraigada en sus patrones conductuales psicopáticos: acusar a otros de sus propios crímenes. Son los partidarios de la narrativa del "Holocausto" los que exigen la creencia dogmática en sus acusaciones absurdas, mientras que los revisionistas del "Holocausto" han asumido el duro trabajo de demostrar la inocencia de los acusados.

El "Holocausto" judío fue fabricado por tres motivos. En primer lugar, para vencer cualquier resistencia en la opinión pública contra la creación de un Estado únicamente judío en Palestina. En segundo lugar, para eclipsar los horrendos crímenes de guerra cometidos por Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética contra civiles alemanes y prisioneros de guerra. Y en tercer lugar, para humillar a un enemigo golpeado, con el propósito de obtener reparaciones sin precedentes y asegurarse una obediencia ciega incluso a las demandas políticas más ultrajantes.

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