.

Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

domingo, 13 de marzo de 2016

Distorsionando la historia antigua

Lo que la máquina sionista de distorsión de los hechos dirá a los niños en sus libros de Historia es completamente diferente, la versión sionista describe a Nabucodonosor como planificando toda su campaña con sólo un enemigo y objetivo en mente: los israelitas.


Para salvaguardar los intereses babilónicos, Nabucodonosor, 605–562 a.C., el rey caldeo en el Imperio neo-babilónico, decidió cambiar el curso. En vez de sólo aplastar a las tribus árabes por su frecuente rebelión, que demostró ser ineficaz, él vio que la respuesta al recurrente dolor de cabeza árabe era la transferencia de masas.


Nabucodonosor poco después de su ascenso al poder desencadenó una de las incursiones militares más grandes de la historia de la antigua Arabia. El objetivo de la incursión era aplastar la rebelión árabe y la transferencia / deportación de todas las tribus involucradas en el ataque de la Ruta de las Caravanas a territorios controlados por los babilónicos. Pero los oscurantistas israelitas vieron la devastadora campaña de Nabucodonosor como un castigo divino, ya que ellos habían abandonado a Yahvé y habían asesinado a muchos de sus profetas.

Una vez más este punto tiene que ser clarificado. El rey Nabucodonosor no apuntó a los israelitas en específico como a usted le dirán los distorsionados libros de Historia y la Biblia hebrea, pero él sitió y capturó muchas fortalezas tribales árabes. La tribu israelita y su Dar es-Salam la Jerusalén yemení sólo resultó ser una de ellas como lo han documentado historiadores clásicos.


Después del sitio y captura, todas las tribus árabes incluída la de los israelitas fueron deportadas en masa a Babilonia, donde ellas fueron mantenidas hasta 539 a.C.


Después de la caída de Babilonia ante el rey persa Ciro el Grande en 539 a.C., a todas las tribus árabes desterradas y no sólo a los israelitas se les concedió un perdón y quedaron libres para retornar a su patria en la antigua Arabia del Oeste y del Sur.

Una vez más tenemos que hacer una pausa aquí por un momento, ya que este punto tiene que ser reiterado. Las incursiones militares de Nabucodonosor estaban orientadas contra todas las tribus árabes que tenían que ser castigadas por sus frecuentes ataques y saqueos del comercio de las caravanas.

En otras palabras, Nabucodonsor no intentó atacar exclusivamente a los israelitas, sitiar su DarSalam (Jerusalén), matar a su líder/rey (Jehoiakim) y destruír su templo; más bien él emprendió una guerra absoluta contra todos los árabes en las regiones del Sur y occidentales de la Península.


Nabucodonosor atacó todas las fortalezas árabes en Arabia del Sur y occidental y también en Yemen del Norte, y después de años de batallas y bloqueos él retornó a Babilonia con multitudes de tribus cautivas árabes, los israelitas resultaron ser sólo una de ellas.

Los israelitas fueron capturados como transgresores de la ley por su continua piratería y saqueo, no debido a su fe, y vieron su ciudad y su templo destruídos como daño colateral en una incursión babilónica orientada a aplastar la rebelión de los árabes.


Pero la verdad es que Nabucodonosor bien pudo haber oído nunca hablar de los israelitas o de su culto antes de que él emprendiera sus incursiones militares. La tribu israelita, en efecto, no era la más grande, ni la tribu con más relaciones en la antigua Arabia. De hecho, la tribu Adnan de Arabia occidental era el adversario clave a tener en cuenta en la incursión de Nabucodonosor.

El punto que estamos tratando de clarificar es que los israelitas fueron llevados en cautiverio a Babilonia, desde Yemen del Norte, no desde Palestina, junto con muchas otras tribus, por su rebelión y saqueo. Y adivine qué: el plan de Nabucodonosor funcionó.


Después del perdón de Ciro el Grande la mayor parte de las tribus árabes prefirieron seguir en Babilonia. Las únicas tribus que no pudieron asimilarse en la nueva cultura urbana de Babilonia fueron los israelitas. Obviamente el credo judío ha convertido a los israelitas en un grupo/secta antagonista duro de asimilar aquella misma actitud ha persistido con los judíos incondicionales hasta este día.


Pero por otra parte el cautiverio en Babilonia dio a los israelitas la oportunidad de oro para descubrir la riqueza de la cultura y la mitología sumeria y babilónica. Sintiendo la inferioridad de su culto, los escribas israelitas se embarcaron en la redacción de un nuevo libro para su tribu.


En dicho libro, más tarde conocido como la Biblia hebrea, grandes cantidades de profundos mitos sumerios y babilónicos imitados fueron entrelazadas con las historias tribales y superficiales de las tribus israelitas. Adán y Eva, el Árbol del Conocimiento y el Diluvio de Noé no son sino antiguos mitos asirios y sumerios.

De este modo, lo que estamos viendo aquí es la distorsionada versión israelita/judía de la historia del antiguo Cercano Oriente. En la versión falsa, los israelitas fueron perseguidos por el rey egipcio llamado "Faraón", otro fraude y atacados por el rey babilónico y tenidos en cautiverio por causa de su fe. Pero la verdad es que los israelitas nunca pusieron pie en Egipto, y su Cautiverio en Babilonia fue parte de un exilio más grande de tribus árabes.

Por cuanto hemos estado concibiendo el mundo antiguo a través del falso prisma israelita, hemos sido engañados para creer que Moisés nació como un príncipe en Egipto, donde él creció y combatió a su rey Faraón y condujo a miles de esclavos israelitas desde el valle del Nilo una historia completamente falsa.


Además, el libro israelita siguió distorsionando la historia antigua de Babilonia y Asiria, donde ellos monopolizaron las incursiones de Nabucodonosor y la deportación de los árabes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario