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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

sábado, 30 de enero de 2016

Logros Sociales del Tercer Reich, Suprimidos

La Alemania NS fue pionera en muchos programas de salud social y bienestar y en el estudio de la prevención de enfermedades, la relación entre el tabaco y cáncer, etc. De ahí que el régimen estuviera décadas por delante de los Estados democráticos de hoy que están orgullosos de ser "progresistas".


Es en este contexto que los "horrores del nazismo" han sido usados para obscurecer y suprimir los logros de aquel régimen en una variedad de asuntos que afligen gravemente al mundo hoy. A causa del estrecho dogma en todas las cosas NS, algunos descubrimientos y logros vitales han sido sepultados bajo un montón de cadáveres metafóricos, lo que le impide al mundo una evaluación sobria e informada de logros en áreas tales como la salud, la ecología y la banca, o que, como se mencionó, pone a las alternativas serias a la defensiva al comparárselas con el "nazismo".

La investigación en el Tercer Reich acerca de los vínculos entre el tabaco y el cáncer por lo tanto se hace trillada, anodina, trivial y otras palabras tales asociadas con la "banalidad". Si EE.UU. hubiera estado tan interesado en tal investigación como lo estuvo en lo que los alemanes habían desarrollado en términos de armas, entonces habría muchos millones de personas que hubieran estado agradecidas de aquella investigación, sin tener en cuenta el régimen bajo cuyos auspicios fue conducida. Que EE.UU. estuviera interesado sólo en los logros técnicos y militares alemanes dice más sobre el carácter del régimen estadounidense que sobre el Tercer Reich. Sin embargo, cuando el gran público oye algo sobre experimentos médicos alemanes, es en cuanto a supuestos abusos sobre prisioneros e "inferiores raciales", llevados a cabo por individuos tales como el doctor Joseph Mengele, quien es descrito como realizando algunos experimentos médicos muy poco científicos a pesar de su eminencia como genetista. De ahí que circulen historias sensacionalistas como la siguiente:


Mengele tenía un proyecto añadido: el de cambiar realmente el color de ojos en una dirección aria. El doctor Abraham C. se preguntó por qué Mengele dedicaba tanta atención a unos muchachos de siete años que parecían sin importancia y luego comprendió que "aquellos niños tenían una rara característica: ellos eran rubios y tenían ojos cafés, de manera que Mengele estaba tratando de encontrar un modo de colorear de azul sus ojos". Mengele realmente inyectó metileno azul en sus ojos, causándoles un dolor severo e inflamación, pero "sus ojos por supuesto no cambiaron.


Lo mismo puede ser dicho del programa de obras públicas de las Autopistas (Autobahns), siendo su propósito rutinariamente adscrito al objetivo de Hitler de construír una red de caminos que permitiría la rápida movilización militar de Alemania. De vez en cuando la verdad surge de una manera incidental en la academia ortodoxa: en este caso, el doctor Frederic Spotts, en su libro Hitler and the Power of Aesthetics, escribe por causalidad acerca de las Autopistas, que en ese entonces fueron admiradas en todo el mundo como "un logro innovador, exitoso y claro".

Sus carreteras divididas, su anchura generosa, su magnífica ingeniería, su sensibilidad ambiental, su armonía con el campo, su paisajismo de buen gusto, sus entradas y salidas en tréboles, sus disimulados puentes y pasos elevados, sus modernistas estaciones de servicio, sus restaurantes e instalaciones de descanso, se adelantaron a los sistemas camineros de cualquier otro sitio y presentaron un modelo para el mundo.

Aunque la Autobahn es convencionalmente representada como un ejemplo de las preparaciones militares de Alemania, el doctor Spotts tiene la valentía para verla de otra forma: "Lo que no es ampliamente apreciado es que Hitler consideraba esas carreteras, sobre todo lo demás, como monumentos estéticos. Por primera vez los caminos no eran principalmente utilitarios sino duraderas obas de arte comparables a las pirámides. El doctor Spotts continúa:


Las autopistas fueron por lo tanto pretendidas no tanto para facilitar que los automóviles fueran de un lugar a otro sino para lucir la belleza natural y arquitectónica del país. Las rutas fueron elegidas para que pasaran por áreas atractivas sin molestar la armonía de las colinas, valles y bosques. Las áreas de descanso fueron creadas para que los viajeros se detuvieran y admiraran el panorama. En algunos sectores la carretera misma hacía un desvío, a pesar de gastos adicionales, para ofrecer una vista particularmente impresionante. Hubo un gran esfuerzo en la construcción para minimizar el daño al medioambiente...


Es notable que algunos logros del Tercer Reich fueran adoptados y desarrollados cuando ha servido a intereses poderosos. El ejemplo más evidente está en el ámbito de la cohetería y otros armamentos avanzados en los que el Tercer Reich fue pionero, cuando hubo una ansiedad tanto en la URSS como en EE.UU. por lograr apoderarse de "científicos nazis" directamente después de la guerra.

Volviendo a asuntos de importancia más directa, sin embargo, es notable que entre aquellos que fueron asegurados por EE.UU. bajo la Operación Paperclip estuviera el investigador del cáncer doctor Kurt Blome, jefe de Salud del Reich y Plenipotenciario para la Investigación del Cáncer en el Consejo de Investigación del Reich. El doctor Blome fue capturado, y un documento le fue entregado a los Aliados en Frankfurt que ponía de manifiesto la importancia de él:


En 1943 Blome estaba estudiando la guerra bacteriológica, aunque oficialmente él estuviera involucrado en la investigación del cáncer, lo que era sin embargo sólo un camuflaje. Blome además sirvió como vice-ministro de Salud del Reich. ¿Quisieran ustedes enviar investigadores alemanes?".


Note que el interés por el doctor Blome no era como un investigador del cáncer sino como un investigador en la guerra biológica, y el reporte estadounidense se refiere a la investigación en cáncer sólo incidentalmente como una tapadera para la investigación nacionalsocialista en la guerra bacteriológica. La implicación es que la investigación del cáncer en el Reich realmente no existió sino que era una fachada para esconder infames experimentos médicos en la búsqueda de armas biológicas.

El doctor Blome, se ha dicho, fue salvado de la horca, habiendo sido acusado por los estadounidenses de experimentar con los presidiarios de Dachau con vacunaciones, y "En 1951 él fue contratado por el Cuerpo Químico del Ejército estadounidense para trabajar en la guerra química".


Lo que esto indica es que era EE.UU. quien tenía un particular interés en las conclusiones alemanas en cuanto a la guerra química, y que no tenía ningún interés por la investigación alemana acerca del cáncer, dando la impresión de que no hubo ninguna verdadera investigación alemana en cuanto al cáncer. Debería ser ya suficientemente conocido que EE.UU. se ha involucrado en experimentos médicos y en tortura psicológica sin restricciones sobre sus propios ciudadanos, que no pueden ser siquiera mitigados sosteniendo que EE.UU. había estado entonces bajo el asalto directo de fuerzas enemigas como Alemania lo estuvo.


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