TIRANÍA EN NÚREMBERG
por Paul Craig Roberts
11 de Agosto de 2017.
Además, la sentencia de muerte por ahorcamiento fue decidida con anterioridad al juicio y antes de la selección de los acusados.
Además, los acusados fueron primero elegidos y luego se armó un caso contra ellos.
Las pruebas exculpatorias fueron retenidas. Las acusaciones en base a las cuales los demandados fueron condenados resultaron ser falsas.
Los procesos estaban tan cargados a favor de la fiscalía que la defensa era sólo una mera formalida.
Los acusados fueron vejados y algunos fueron torturados.
Los acusados fueron animados a dar falso testimonio unos contra otros, lo cual en su mayor parte aquéllos rechazaron hacer, siendo Albert Speer el único que estuvo dispuesto. Su recompensa fue una condena a prisión más bien que su muerte.
Las esposas y los hijos de los acusados fueron detenidos y encarcelados.
Goering sabía desde el principio que el juicio era un fraude y que su pena de muerte ya había sido decidida. Él tuvo los medios (una cápsula de veneno) durante todo su encarcelamiento para suicidarse, privando así a sus captores de la planeada humillación que pensaban hacerle. En cambio, él mantuvo a los alemanes unidos, y ellos permanecieron en sus posiciones. Poseedor de un alto CI, una y otra vez él hizo tontos a sus captores. Él hizo tal tonto de Robert Jackson durante su proceso que el tribunal entero estalló en risas. Jackson nunca consiguió olvidar ser sobrepasado en la sala del tribunal por Goering.
Y Goering no había acabado con hacer que sus captores parecieran tontos e incompetentes. Él, los mariscales de campo y los gran-almirantes solicitaron que se les diera una ejecución militar ante un pelotón de fusilamiento, pero la mezquindad del Tribunal quería que ellos fuesen colgados como perros. Goering dijo a sus captores que él permitiría que le pegaran un tiro, pero no que lo colgaran, y unos pocos minutos antes de que él debiera haber marchado hacia la horca ante la prensa reunida y las cámaras filmando, tomó la cápsula de veneno, arrojando en el caos el espectáculo propagandístico de la ejecución.
Jodl, quien anuló muchas órdenes nacionalsocialistas, fue condenado a muerte. La injusticia de la sentencia fue dejada en claro por un tribunal alemán en 1953 que absolvió a Jodl de todas las acusaciones de Núremberg y lo rehabilitó póstumamente. El juez francés en el Tribunal de Núremberg dijo en ese entonces que la condena de Jodl carecía de méritos suficientes y era un esperpento de justicia.
El procedimiento entero de Núremberg hiede hasta el alto cielo. Los demandados fueron acusados de agresión por la invasión alemana de Noruega. En el juicio fue excluído el hecho de que los propios británicos estuvieron a punto de invadir Noruega y que los alemanes, siendo más eficientes, se enteraron de ello y consiguieron invadir primero.
Los demandados fueron acusados de usar trabajo esclavo, lo que es paradójico en vista de la propia práctica de los soviéticos. Además, mientras los juicios estuvieron en proceso los soviéticos aparentemente estaban reuniendo a alemanes sanos para que sirvieran como trabajadores esclavos para reconstruír la economía soviética desgarrada por la guerra.
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